Mobile Social Congress

Qué es el Mobile Social Congress?

El Mobile Social Congress es un espacio impulsado por SETEM Catalunya, en el marco de la campaña Electrónica Justa, de encuentro, reflexión y sensibilización ciudadana alrededor del modelo de consumo y de producción de los dispositivos electrónicos y las tecnologías de la información y la comunicación.

La industria electrónica es uno de los sectores más dinámicos e importantes de la economía mundial, y Barcelona se convierte cada año en su principal escaparate con el Mobile World Congress. Las empresas transnacionales del sector presentan anualmente sus avances tecnológicos. De igual manera, también es necesario poner sobre la mesa los costes sociales y ambientales que implica actualmente la producción de nuevos teléfonos y tabletas.

El Mobile Social Congress nace como un espacio alternativo al Mobile World Congress, y su objetivo es generar una reflexión y conciencia sobre los impactos generados con la producción y el consumo de productos electrónicos, además de hacer un análisis crítico en clave ecologista, feminista y de derechos humanos. Desde el Mobile Social Congress, queremos denunciar las injusticias de un modelo de producción y consumo mundiales basados en el extractivismo y la externalización de los impactos sociales y ambientales en el sur global. Queremos destacar los proyectos e iniciativas que plantean nuevas formas de producir y consumir dispositivos electrónicos respetando los derechos de las personas, el medio ambiente y haciendo un uso responsable de los recursos, para poder abastecer a las futuras generaciones, y sin vulnerar los derechos fundamentales de otros pueblos y territorios.

¿Por qué es necesario el Mobile Social Congress?

La industria de la electrónica requiere recursos minerales en grandes cantidades con un impacto ambiental y social en las comunidades que sufren el extractivismo minero, especialmente en los pueblos indígenas y países empobrecidos. La opacidad de las cadenas de suministro globales y la falta de regulaciones internacionales que paren la impunidad corporativa permite a las grandes marcas de la industria vulnerar los derechos laborales y las regulaciones sobre salud y seguridad en el trabajo allí donde se subcontrata la manufactura de sus productos.

Además, la irresponsabilidad empresarial también se extiende al ciclo de vida de estos dispositivos, pues durante mucho tiempo ha habido un fuerte lobby en contra de la reparabilidad de los productos, y se ha practicado la obsolescencia programada. El resultado ha sido que los residuos electrónicos son el flujo de residuos que más crece cada año. Esto tiene impactos desiguales al norte y al sur global, siendo los países del sur global en algunos casos los receptores de estos residuos, y, por lo tanto, de los problemas sociales y medioambientales que generan.

Finalmente, como usuarias, a menudo guardamos nuestros datos en servidores cuyos intereses desconocemos, y que pueden facilitar el acceso a nuestras comunicaciones y datos sin nuestro control. La misma lógica privativa del capitalismo promueve la privatización del conocimiento, como es el caso del software, y favorece a un sector tecnológico controlado por unas pocas multinacionales. Además, la creciente presencia de las pantallas en nuestro día a día, la adicción y otros problemas de salud mental generados por el uso de los teléfonos inteligentes y las redes sociales son cuestiones que hay que tratar.

Apostamos por la soberanía tecnológica y una electrónica más justa.

Cada año, en el Mobile Social Congress, exponemos varias temáticas de actualidad alrededor de estas cuestiones con tal de ofrecer a la ciudadanía la oportunidad de comprender qué sucede más allá de nuestro consumo y uso de dispositivos electrónicos, y que se está haciendo o se puede hacer para generar un cambio. También presentamos iniciativas y proyectos innovadores que apuestan por la soberanía tecnológica y por una electrónica más justa y sostenible.